Cuando todo parece haber sido dicho sobre un tema, son pocos los que se aventuran a deshacer la madeja de cabos sueltos y plantear una reinterpretación analítica y alejada del esteticismo. En esta obra, la historiadora Alma Lilia Roura nos abre senderos que llevan a comprender el presente mirando el pasado. En un primer tiempo, las tramas políticas y sociales que circunden los muros del antiguo colegio de San Ildelfonso son, en el bordado fino, explicadas y relacionadas con ese olor a tierra mexicana que se desprende de ellos. En el segundo tiempo entran en escena todos los pintores que trabajaron en la magna obra mural plasmada en esos muros. A manera de pinceladas el lector casi toca el proceso creativo de cada uno, atravesado por pasiones, delirios, competencias no declaradas, entretelones de colores, vacilaciones, diferencias e indecisiones en medio de una atmósfera cargada de experiencias de la lucha revolucionaria popular, de los logros de la constitución de 1917 y de un indigenismo inédito.