En este volumen el autor recalca que lo ocurrido en México en 1968 fue determinante para el país, y demuestra que lo fue de una manera muy especial para su gráfica, ya que en aquel año, como él lo asevera, se definieron los sentidos contemporáneos tanto de la propaganda política como de los diseños (particularmente el gráfico). Las imágenes que Arnulfo Aquino incluye, y que pone en contexto aquí mismo, permiten constatar que, si bien en México existe una tradición en esta vertiente, fue en el 68 cuando se definieron las maneras en las que los productores de imágenes —como él— participaron, hasta el presente, en los movimientos libertarios que los sectores populares (a veces como integrantes de la llamada sociedad civil) encabezan en pro de la democracia.