La autora estudia el trayecto de la política cultural oficial en la década de 1980, durante el periodo presidencial de Miguel de la Madrid, cuando se comenzó a utilizar el término “descentralización” para dar fin a la concentración de ésta en el Distrito Federal. En el caso específico de las artes plásticas, se crearon concursos, ya fuera modificando los anteriores (los de los años sesenta, como el Salón Nacional para Estudiantes de Artes Plásticas, que fue transformado en el Encuentro Nacional de Arte Joven) o instaurando nuevos (como el caso de las bienales Rufino Tamayo y Diego Rivera).